viernes, 11 de marzo de 2011

Los estudios regionales y la antropología social en México. Guillermo de la Peña

Emmanuel Leroy ha señalado 2 constantes en la multisecular historia de las sociedades agrarias.
Primera: La estructura que presenta cualquier de ellas en un momento dado es producto de largos procesos acumulativos.
Segunda: El comportamiento de una unidad social determinada, implica condicionamientos de relaciones horizontales y verticales.
La pregunta que lanza al pasado un antropólogo social es distinta de la que formula su colega historiador, o incluso sus cofrades etnohistoriadores y arqueólogos, en cuanto estos últimos buscan establecer descripciones convincentes de hechos pretéritos y explicar su lógica, mientras que aquel busca la lógica de la historia.
El presente es para el antropólogo social el aquí y ahora del universo vivo que lo confronta en su trabajo científico: las personas humanas entre quienes realzan trabajo de campo no son un objeto de investigación sino construyen este objeto junto con el investigador: este percibe las relaciones sociales mediante las percepciones de los propios actores.
El tejido regional.
El concepto de región es un  concepto histórico politetico, cuyo significado se modifica por circunstancias de tiempo y lugar.
Para los biólogos el concepto esta inextricablemente unido al nicho ecológico y al ecosistema: remite a los procesos y combinaciones por los que un conjunto más o menos heterogéneo de seres vivientes coexiste y se adapta en un territorio.

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